Entre las setas están los duendes, los trasgus, las xanas, entre los árboles, las risas de los niños jugando al escondite, los pájaros cantando, el aire que mece sus hojas y tira al suelo las ultimas que recuerdan que el invierno está a la vuelta de la esquina.
En casa de mi abuela había una habitación empapelada. En ella, el papel era amarillento, con flores, imagino que los años lo hicieron así, al mirar por la ventana veías las grandes hortensias que recubrían los muros del fondo de la finca. Esas dos imágenes son las que ahora veis convertidas en papel, la naturaleza y la nostalgia, juntas.